jueves, 17 de noviembre de 2016

Segunda tarea


En esta tarea tendréis que grabaros leyendo este cuento, cambiándoos los personajes para que todos hagáis tanto de narrador como de Oruguín y de Mariposa. ¿Listos? ¡Adelante!

Oruguín estaba muy contenta. ¡Iba a ir de excursión con su colegio al Bosque de las Mil Maravillas!
-          Tengo muchas ganas de irme de excursión. –Dijo Oruguín. Tengo mucha curiosidad por saber cómo es todo aquello.
-          Ya te lo he contado muchas veces Oruguín. Es un bosque muy bonito, con mucha luz, muchas flores, muchos árboles. Con mucha vida. Seguro que te va a encantar. –Le dijo Mariposa
-          ¿Pero hay más flores que aquí? –Le preguntó Oruguín.
-          Todo aquello es muy distinto a esto, es diferente, especial. –Le dijo Mariposa.
Oruguín estaba deseando que llegase el autobús para ir rumbo hacia allí, tenía muchas ganas de visitar aquel bosque. Justo antes de salir Mariposa le dio una bolsa con el almuerzo.
-          Tengo una sorpresa para ti.  –le dijo.
-          ¡Ala! ¿Qué es? –Preguntó Oruguín.
-          Ábrelo y lo sabrás. –Dijo Mariposa.
Oruguín ansioso por saber que era lo que había tras el papel de regalo, cogió el paquete y lo abrió con fuerza.
-          ¡Una pelota! - Exclamó
-          Si, Ahora podrás jugar al fútbol como querías. -Le dijo Mariposa.
-          Seré el mejor futbolista de la historia. –Aseguró Oruguín.
-          Eso seguro. –Le dijo Mariposa. -Con todo lo que corres y tu habilidad en el deporte seguro que lo serás.  
De repente, en medio de tanta emoción suena el timbre. Era Ardilo, venía a buscar a Oruguín.
-          ¿Me llevo la pelota? –Preguntó Oruguín.
-          Déjala si quieres aquí y juegas con ella cuando vuelvas. –Le contestó Mariposa.
Oruguín dejó la pelota a un lado, cogió la mochila y corriendo fue al autobús.
-          ¡Hasta luego Mariposa! ¡Nos vemos esta tarde! –Decía mientras iba camino del autobús.
-          ¡Adiós! ¡Hasta pronto amigo! –Le contestó Mariposa.
Después de un par de horas, llegaron. Todos bajaron con ganas del autobús. Hicieron actividades y lo más importante se lo pasaron en grande. Sabían que lo que habían visto era increíble, especial, mágico. Una de las cosas que sólo se pueden ver una vez en la vida y ellos tuvieron la suerte de poderlo ver todos juntos.







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